Los investigadores y científicos más destacados de la India se conforman con ser los "primeros de la India" o los "mejores de la India". Esta mentalidad debe cambiar para convertirse en "los primeros del mundo" y "los mejores del mundo".
La innovación es un factor definitorio del éxito económico de las naciones, especialmente en esta era de economías del conocimiento. Aunque la India se encamina hacia las tres primeras economías del mundo, el Índice Mundial de Innovación 2015 la sitúa en el puesto 81 de 141 países. Los indios de todo el mundo, en las principales universidades, empresas tecnológicas y laboratorios médicos, participan con regularidad en innovaciones revolucionarias. Pero en la India la historia es diferente. Los investigadores y científicos indios se conforman con ser "los primeros de la India" o "los mejores de la India". Esa mentalidad tiene que cambiar para ser "los primeros del mundo" y "los mejores del mundo". ¿Qué hace falta para lograrlo?
Tenemos organizaciones que lideran el camino para convertirse en crisoles de la innovación de vanguardia. La ISRO es un buen ejemplo con su Misión Orbital a Marte (MOM), denominada Mangalyaan y dotada con un presupuesto de $74 millones de dólares. La misión, que costó menos que muchas películas de Hollywood (Avatar tuvo un presupuesto de $237 millones de dólares) es, fundamentalmente, un demostrador tecnológico que puso una nave espacial en órbita alrededor de Marte utilizando la gravedad para alejarse de la gravedad. Los líderes de la exploración espacial hacen cola para firmar acuerdos de colaboración con la ISRO. El mes que viene, en febrero de 2017, la ISRO lanzará 103 satélites con un solo cohete, una hazaña que no ha intentado ningún país.
Lo que necesitamos son unos cuantos institutos modelo adicionales, aunque diversos, que impulsen la cultura de la innovación de categoría mundial. Del mismo modo que organizaciones como Flipkart y Paytm están inspirando a una generación de jóvenes para que abracen el espíritu emprendedor y creen nuevas empresas, necesitamos organizaciones que se conviertan en faros de la innovación de categoría mundial.
Ningún país puede ser grande durante un periodo sostenible si no cuenta con una innovación verdaderamente original y de categoría mundial", afirma el Dr. Romesh Wadhwani, fundador y presidente de la Fundación Wadhwani. Esta convicción ha llevado a la Fundación a invertir en la aceleración de la innovación revolucionaria en la India, del tipo que acabaría ganando un Premio Nobel, creando marcas mundiales o construyendo nuevos ecosistemas industriales. Para ello, la Fundación está experimentando con un par de ideas.
En el IIT de Bombay y el Centro Nacional de Ciencias Biológicas (NCBS), la Fundación intenta crear centros de innovación que sirvan de modelo. Una vez identificadas áreas nicho de gran impacto, como los biosensores de bajo coste (IIT-Bombay) y la investigación con células madre para enfermedades cardiacas y neuronales (NCBS), la Fundación, en colaboración con los Institutos, proporciona unas instalaciones físicas de última generación, las dota de los equipos más modernos y las puebla de investigadores expertos a nivel mundial. Estos expertos, procedentes de instituciones punteras como la Universidad de Stanford y la Universidad de Kioto, asumen el papel de investigador principal y pasan varios años trabajando con docenas de estudiantes de doctorado, postdoctorados y profesores indios, como parte de su equipo. Creemos que el talento existe en la India, pero para cultivarlo, una combinación de las mejores infraestructuras físicas y de conocimiento centradas en nichos de interés para esta parte del mundo ayudará a lograr el objetivo de crear una innovación de categoría mundial que cambie las reglas del juego desde la India.
Otra área de experimentación es la Iniciativa para la Innovación de las Pymes (SSBI), que ayuda a crear ecosistemas de innovación reproduciendo el modelo de Investigación para la Innovación en Pequeñas Empresas (SBIR), de éxito mundial. Esta iniciativa, en colaboración con el Gobierno, financia miles de subvenciones para retos de innovación en el segmento de las nuevas y pequeñas empresas en áreas de importancia crítica para el país. Por ejemplo, como mayor importador mundial de equipos de defensa, India necesita acelerar su camino hacia la autosuficiencia. Se espera que en la próxima década invierta 250.000 millones de dólares en modernizar su ejército. El Ministro de Defensa, Manohar Parrikar, ha admitido que la factura de importación de 120.000 millones de dólares es inasequible. Existe la oportunidad de aprovechar las considerables capacidades de software de la India para innovar en torno a modernos equipos de defensa inteligentes y ayudar a crear un sector reconocido mundialmente. Este modelo puede reproducirse en las energías renovables, el transporte, los ferrocarriles y otros sectores críticos del país.
Las anteriores son las primeras chispas de innovación de gran impacto que deben avivarse mediante el apoyo gubernamental y las iniciativas del sector privado. Hay que poner en marcha decenas de experimentos de este tipo para que la cultura india de la innovación de categoría mundial se reavive e impulse un resurgimiento del empleo y la economía.
(Las opiniones expresadas son personales).