La idea de Practo Technologies se le ocurrió a Shashank N.D. cuando aún era estudiante en el Instituto Nacional de Tecnología de Surathkal. Shashank intentaba obtener una segunda opinión de un médico estadounidense para una operación que su padre estaba a punto de emprender cuando descubrió que había varias ineficiencias en la forma de trabajar de los médicos en la India.
Por un lado, la dependencia de los informes físicos parecía innecesaria cuando la tecnología se estaba convirtiendo en algo omnipresente. "Recuerdo que hacía fotos de los informes médicos con mi cámara digital, las subía a mi ordenador y se las enviaba por correo electrónico a mi médico. Esto creaba muchos problemas: por ejemplo, si la cifra del informe era un 6 o un 9", cuenta Shashank.
Shashank empezó a hablar con médicos para intentar entender por qué no utilizaban historiales digitales. O por qué no utilizaban las tecnologías de la información (TI) para gestionar las citas con sus pacientes o aprovechar Internet para comercializarse. Habló del asunto con su compañero de clase, Abhinav Lal, y ambos fundaron Practo en su último año de ingeniería.
La codificación de la primera versión del producto se completó en dos semanas y encontraron médicos interesados en su producto. Hoy, Shashank, de 25 años, dirige una organización con 120 empleados que gestiona una plataforma basada en la nube con más de 8.000 médicos suscritos a sus servicios en 5.000 centros sanitarios de toda la India. En un día, cerca de 10.000 citas son gestionadas por el servicio basado en la nube, que gestiona los historiales de casi tres millones de pacientes.
El producto estrella de Practo, Practo Ray, es un servicio de suscripción por el que los médicos pagan 700 rupias o más al mes. Shashank cuenta que la decisión de crear su propia empresa llegó en un momento en que la economía mundial estaba en el punto álgido de la crisis de 2008-2009. "Oíamos historias aterradoras sobre despidos y falta de empleo en el mercado. Muchos amigos, muy buenos amigos, me aconsejaron que no lo hiciera", dice.
Pero Shashank se sintió animado por la respuesta que recibió su producto y decidió trabajar a tiempo completo en él. Poco después de que Practo lanzara la primera versión de su software, Shashank y Abhinav empezaron a trabajar con The Morpheus, un programa de aceleración de start-ups de Bangalore. Shashank atribuye a Morpheus el mérito de guiarles en el desarrollo del producto y ayudarles a encontrar clientes. Recuerda un incidente en el que Morpheus les aconsejó rechazar una oferta de adquisición con promesas de ingresos sustanciales y centrarse en desarrollar el producto. "Fue claramente la decisión correcta para nosotros", dice Shashank. Centrarse en el producto ha ayudado. Además del aumento de clientes, los inversores de Sequoia Capital quedaron impresionados con Practo e invirtieron 25 millones de rupias a principios de año.
"El apoyo que nos ha prestado Sequoia es increíble. Tenemos una relación muy buena con ellos", dice Shashank. Shashank dice que recibió un gran apoyo de su familia. Su familia, dice, no le cargó con ninguna expectativa. Shashank reconoce que ha tenido suerte: "Mis dos padres trabajan y no tengo que mantenerlos", dice, y añade que sabe que los demás empresarios no tienen tanta suerte como él y esto les pesaría. Shashank afirma que estos productos pretenden mejorar el sistema sanitario indio, que adolece de varias ineficiencias. Dice que en un campo tan intensivo en conocimientos como la sanidad, eliminar prácticas arraigadas es difícil. Los hospitales indios han sido tradicionalmente muy reacios incluso a compartir el contenido de los historiales médicos con los propios pacientes, afirma Shashank. Practo ha tenido éxito con los médicos privados y las clínicas más pequeñas, ya que están mucho más dispuestos a abrirse y consideran útil el servicio.
Pero en los grandes hospitales, los administradores suelen tomar las decisiones sobre los sistemas de gestión de pacientes y los propios médicos no tienen voz ni voto, añade. El éxito de Practo se ha cimentado en gran medida en estos médicos privados, que han quedado impresionados por la amplitud de la oferta de Practo Ray. Los médicos pueden programar sus citas en cualquier lugar y acceder a los historiales de los pacientes 24×7 esté donde esté. Basándose en el éxito de Practo Ray, Practo ha lanzado dos nuevos productos este año.
Practo Hello ofrece a los médicos un único número de teléfono que permite a los pacientes reservar citas y desviar las llamadas a los números de teléfono del consultorio o de casa, y permite a los recepcionistas controlar las llamadas de los pacientes. El otro producto, Practo.com, permite a los pacientes buscar médicos en línea y concertar una cita con ellos. Shashank afirma que el compromiso con los médicos en Practo Ray les ayudó a crear una base de datos de médicos para el servicio Practo.com. "No habríamos podido empezar con Practo.com de inmediato porque no habríamos podido contactar con tantos médicos", afirma.
Desde su lanzamiento, Practo.com ha concertado casi tres millones de citas con médicos. El auge de la financiación de start-ups en los dos últimos años ha dejado inquieto a Shashank. "Conocía a jóvenes empresarios que hablaban con orgullo de la financiación que habían recibido, pero cuando se les preguntaba por los ingresos, decían que aún no habían ganado dinero", dice. Con Practo, Shashank dice que la empresa ganó dinero desde el primer día. Según Shashank, la reciente escasez de financiación será, en realidad, una bendición para las nuevas empresas de la India. Las ideas más innovadoras surgen cuando el dinero escasea y la pasión es grande. Su consejo a los empresarios: "No se dejen seducir por este espacio intentando replicar el éxito de Facebook o Instagram. En lugar de eso, intenta resolver un problema genuino".
