Las perturbaciones son inevitables. Qué pueden hacer usted y su gobierno para minimizar el impacto de las perturbaciones?
La narrativa de que la tecnología se lleva los puestos de trabajo ha existido a lo largo de la historia y es cierta. No es un problema nuevo. En 1930, John Maynard Keynes dijo: "Estamos aquejados de una nueva enfermedad de la que algunos lectores quizá no hayan oído aún el nombre, pero de la que oirán hablar mucho en los próximos años: el desempleo tecnológico. Esto significa el desempleo debido a que nuestro descubrimiento de medios para economizar el uso del trabajo supera el ritmo al que podemos encontrar nuevos usos para el trabajo". Cualquiera diría que Keynes está hablando de 2017. Pero Keynes quizá no hubiera imaginado una tecnología que volviera a capacitar a la mano de obra para conservar su relevancia y su valor casi al mismo ritmo que el cambio. Eso es exactamente lo que tenemos ante nosotros. Y si las naciones y los individuos se centran en la recualificación, se puede contrarrestar el fantasma de la pérdida de empleo.

Al despuntar 2017, el mundo empezaba a tomar conciencia de la Cuarta Revolución Industrial, no menos prometedora que la Primera Revolución Industrial que comenzó en 1760. Si bien la primera revolución industrial trajo consigo cambios inimaginables en la fabricación, el transporte y el crecimiento económico, también trajo consigo trastornos, inestabilidad y delincuencia. Lo que la Primera Revolución Industrial -y todas las posteriores- nos enseñó es que el progreso es un arma de doble filo.
La Cuarta Revolución Industrial nos promete el seductor sueño de un mundo "Todo Inteligente". Podremos tener ciudades inteligentes y monetizar casas vacías, circular con coches autónomos y hacer que robots cuiden de nuestros niños y ancianos.
Un reciente informe del Foro Económico Mundial ha pronosticado que los robots, la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, la automatización cognitiva de procesos, el Internet de las cosas y otras maravillas tecnológicas eliminarán 5,1 millones de puestos de trabajo de aquí a 2020. Conductores de camiones y taxis, paramédicos, representantes de atención al cliente, analistas financieros, gestores de inventarios, agentes de seguros e incluso policías de tráfico (¿quién los necesita cuando tenemos vehículos autónomos obedientes que se adhieren a las normas?
Sabemos que cada revolución industrial trajo consigo una buena dosis de alarmismo: los empleos quedarían obsoletos, la gente perdería su medio de vida y la sociedad se precipitaría hacia el caos. Pero después de tres revoluciones industriales, la humanidad sigue viva y próspera. Las cosas no han hecho más que mejorar desde que la primera máquina de vapor de James Watt echara a rodar en 1781 . Sin embargo, los trastornos son inevitables. ¿Qué pueden hacer usted y su gobierno para minimizar el impacto de esta perturbación?
A largo plazo, la tecnología enriquece a todos, se asocia con los trabajadores para aumentar el valor de sus productos y, por tanto, sus salarios. Según Forbes, nueve de los diez empleos más demandados en 2012 no existían en 2003, como desarrolladores de aplicaciones, expertos en sostenibilidad, consultores educativos o gestores de redes sociales. Nuestro verdadero reto es reciclar a las personas tan rápido como cambia el mundo, para que nadie se quede atrás. ¿Cómo lo hacemos a gran escala y con rapidez?
La respuesta está en combatir el fuego con fuego utilizando la tecnología para vencer a la tecnología. El comercio electrónico convirtió gran parte del comercio minorista en autoservicio. Hoy en día, las tecnologías digitales, en la nube, móviles, inmersivas y de asistencia están convirtiendo la formación y el perfeccionamiento profesional en un proceso de autoaprendizaje. Estas tecnologías pueden utilizarse para ofrecer contenidos de formación que se adapten continuamente a las necesidades de la industria y que, al aprovechar los recursos multimedia, resulten sorprendentemente atractivos y, por tanto, eficaces. En otras palabras, la enseñanza se está transformando en una experiencia de autoaprendizaje atractiva, entretenida y eficaz, y gran parte de ella está disponible en línea a un coste mínimo o nulo. Tome ejemplo: el autoaprendizaje en línea va a ser fundamental para seguir siendo relevante y mantenerse a la vanguardia. Conviértalo en la prioridad #1 de su vida.
(El Dr. Ajay Kela es Presidente y Director General de la Fundación Wadhwani).