El espíritu empresarial de las mujeres es una de las mayores posibilidades y oportunidades que ofrece la India.
Por Atul Raja
Las empresas dirigidas por mujeres pasaron de 14% en la última década a 20%. Y en los próximos años, 150 millones de estudiantes entrarán en el mercado laboral, de los cuales la mitad son mujeres. Ha habido numerosos iconos femeninos, como Kiran Mazumdar Shaw, Ritu Kumar, Priya Paul o Ekta Kapoor, que han puesto el listón muy alto, y cada vez son más las jóvenes empresarias que destacan por sus logros en todo el país. Por ejemplo, Sanjana Patel, de La Folie, o Bhavna Juneja, que dirige Infinity y Feel M Powered. Pero estas historias de éxito empresarial femenino en la India son escasas en comparación con las de sus homólogos masculinos. Y esto se debe a varias razones.
1. Falta de concienciación: La mayoría de ustedes habrán visto la película Vinglish inglés. Hay una escena muy impactante en la que la protagonista, Sashi, interpretada por la difunta Sridevi, cuya especialidad son sus "laddoos" caseros, se entera de que es empresaria. Y eso la hace sentirse muy poderosa. Como Sashi, muchas mujeres de la India ni siquiera saben que son empresarias en potencia y que tienen un inmenso poder para contribuir a la economía.
2. Falta de exposición e inspiración: Cuando se trata de hacer crecer su negocio, las mujeres no tienen suficientes modelos de conducta de los que aprender e inspirarse, y hay un vacío en la tutoría y la creación de redes para aprender y reproducir las mejores prácticas. De las empresas propiedad de mujeres, sólo 17% contratan empleados; el resto son empresas unipersonales. Además, alrededor de 10-30% de las empresas de mujeres declaradas no están dirigidas por mujeres, sino que se disfrazan de empresas propiedad de mujeres.
3. Inhibidores culturales: Siglos de prejuicios y condicionamientos han hecho que las familias no apoyen a las mujeres empresarias. Prácticas culturales como la crianza materna también limitan a las mujeres a alejarse de la maternidad y las tareas domésticas, lo que dificulta que inviertan su tiempo y energías en crear su empresa.
4. Restricciones financieras / Acceso limitado a los fondos: En el caso de las mujeres empresarias de la India, predomina especialmente la incapacidad de ofrecer garantías tangibles a las instituciones financieras para poder obtener préstamos. Además, la percepción general sigue considerando a las mujeres como personas poco arriesgadas, por lo que es difícil obtener capital riesgo.
5. Falta de mujeres en una plantilla diversificada: Los emprendedores urbanos y las empresas de pleno derecho de las grandes ciudades se enfrentan a retos relacionados con la igualdad de oportunidades en la financiación, la búsqueda de mujeres como cofundadoras o la navegación por complejos procesos administrativos como consecuencia de la falta de inclusión.
6. Preocupación por la seguridad: La falta de movilidad por motivos de seguridad también impide a las empresarias reunirse con proveedores, viajar largas distancias o de noche solas, etc., lo que les hace trabajar con una eficiencia inferior a la óptima.
Superar estos retos requiere una serie de cambios socioeconómicos. Como país, debemos empezar a desarrollar soluciones eficaces que colmen las lagunas existentes y construyan temas clave que ayuden al empresariado femenino a crecer exponencialmente.
– Cambios políticos en las zonas rurales y urbanas para crear un marco que acelere el espíritu empresarial de las mujeres. Actualmente, de todas las empresas propiedad de mujeres, solo 14% son empresas urbanas y rurales que emplean a otras personas.
– Cerrar la brecha de género a través de un sector financiero más receptivo. Además, hay que crear procesos educativos y simplificados para la población que no ha estado expuesta al conocimiento. La alfabetización financiera también necesita una solución urgente.
– Aumento de las plataformas de creación de redes y tutoría para mujeres. Esto debería incluir la celebración de más mujeres empresarias y la existencia de redes formales e informales para que las mujeres aprendan y crezcan.
– Animar a más mujeres inversoras ya que, a su vez, animarán a más mujeres empresarias gracias a una mejor comprensión de los retos.
– Uso de la tecnología superar las barreras tradicionales a las que se enfrentan las mujeres en términos de aprendizaje, creación de redes y acceso a la financiación.
India está llena de oportunidades y ha llegado el momento de que no haya freno al auge del empresariado femenino. La estadística de que, de los 63 millones de MIPYME que hay en India, sólo 6% están dirigidas por mujeres empresarias no enorgullece a ninguna persona progresista. No podemos desperdiciar el enorme talento de las mujeres y ya es hora de que hagamos un esfuerzo sistemático para aprovechar el enorme potencial sin explotar de las mujeres empresarias, que son un recurso muy valioso para el país.
Fuente: ET HRWorld