Por Florencia Colunga Gascón
En más de un artículo referido a La crisis hemos leído sobre cómo debemos adaptarnos a una nueva normalidad como si se tratara de una etapa que comienza cuando termina la crisis. Si bien es cierto que hay etapas en el desarrollo de las crisis (resolver, resistir, volver, reimaginar y reformar, según McKinsey), también es cierto que hoy en día, incluso con la crisis actual, las cosas son muy diferentes de hace apenas un año y debemos adaptarnos a un mundo en el que, al menos por ahora, la única constante es el cambio.
Es hora de dejar atrás el pasado y afrontar activamente las circunstancias, conscientes de que para ello será necesario transformar continuamente nuestras empresas para adaptarlas a las nuevas condiciones del mercado.
Para ayudarle a conseguirlo, céntrese en las siguientes cinco acciones clave:
1. Reevalúe las necesidades de sus clientes
Lo que antes era importante para sus clientes puede que ya no lo sea. Al igual que usted, sus clientes se adaptan constantemente a los cambios del entorno y, en consecuencia, redefinen sus escala de prioridades rápida y constantemente, incluido el consumo de productos o servicios.
Independientemente de si tu negocio es B2B o B2C, es importante que evalúes e identifiques si tu oferta actual se corresponde con las nuevas prioridades de tus clientes y veas si puedes satisfacer esa demanda con el menor coste de transformación en tu operación, si debes ir a un nuevo segmento de mercado, o si es necesario apostar por una transformación profunda de tu modelo de negocio.
Comience por redefinir la situación de sus clientes actuales y avance hacia la definición del segmento de clientes deseado, aquel cliente que en estas condiciones no sólo quiere su producto o servicio, sino que además puede pagarlo.
A partir de aquí, podría llegar a la conclusión de dirigirse a diferentes segmentos o crear un luz línea de negocio, para quienes quieren comprarle, pero no pueden permitírselo.
2. Identifica lo que aún aporta valor a tu modelo de negocio y no tengas miedo de actualizar lo que ya no aporta valor
Parte del éxito de un modelo de negocio es su cumplimiento estructurado durante un periodo prolongado, sin embargo, reconocer qué como modelo de negocio ha perdido su validez y actualizarlo sin dolor es igual de importante. Cuanto antes identifique qué parte de su negocio se corresponde con las nuevas prioridades de su mercado y cuáles han quedado obsoletas, más rápido podrá ajustarse a la demanda actual del mercado y alinear la operación.
Utilice la mayor cantidad de datos predictivos sobre el comportamiento del mercado que le permita tomar decisiones con conocimiento de causa, minimizando los riesgos o creando planes de contingencia que amortigüen las caídas.
El objetivo será vislumbrar el futuro de su empresa con escenarios construidos con información centrada en lo que va a ocurrir; Utilizar sólo escenarios con información del pasado correspondiente al comportamiento interno de su empresa para establecer cómo ha respondido a retos anteriores y defina lo que va a necesitar para resolver las lagunas que supondrá el nuevo modelo de negocio.
3. Prepare a su personal para el cambio
Durante las crisis, los periodos de cambio o las convergencias coyunturales, transparencia en la comunicación es esencial.
No todas las personalidades están preparadas para asumir el vacío de la incertidumbre (y de ahí que algunos prefieran ser empresarios y otros colaboradores) sin embargo, ante las crisis, la solidaridad suele ser un rasgo común en los equipos de trabajo. Reúna a su personal y compartan la perspectiva de futuros eventos buenos y no tan buenos, otorgando la confianza de los resultados esperados y la certeza de posibles escenarios construidos con información oportuna y veraz. Al final, lo que tu equipo considerará es que controlas la situación y que hay un plan que ejecutar.
Consiga que sus equipos aporten las ideas más relevantes
Contribuir a la transformación de la organización en favor de los nuevos objetivos establecidos. Le sorprenderá ver sugerencias muy acertadas en el proceso.
4. Analiza tu madurez financiera y no temas pedir ayuda (siempre con un plan)
No es una práctica habitual entre los pequeños empresarios disponer de un fondo de contingencia al que puedan recurrir en caso de crisis, sobre todo cuando reinvierten constantemente sus propios beneficios para crecer. Así que es perfectamente normal que la crisis y la contracción económica de los sectores haya cogido a la mayoría por sorpresa. Si usted no es un empresario o empresaria muy motivado por las finanzas, ha llegado el momento de implicarse a fondo porque tendrá que tomar decisiones firmes, precisas y contundentes para detener fugas financieras, financiar transformaciones del modelo de negocio y realizar ajustes esenciales en la operación. Empieza por dejar de darte "lujos" que no comprometan la calidad de tu producto o servicio y comprueba si a partir de las actualizaciones de los puntos anteriores vas a necesitar financiación adicional.
Ahora que algunos proveedores internacionales han contratado, es un gran momento buscar proveedores locales y nacionales que están surgiendo y posicionándose en el mercado con un coste menor (además es una forma estupenda de reactivar la economía local).
Puede confiar en los expertos financieros para consolidar buenas estrategias que funcionen por etapas, con acciones claras que le permitan seguir operando con austeridad y aun así alcanzar sus objetivos.
Aprovecha la oportunidad para definir si estás dispuesto a incluir nuevos socios o capital de inversión en tu empresa. Aun así, esto no te exime de la responsabilidad de dominar las finanzas de tu organización, recuerda que no hay dinero que alcance en un monedero roto.
5. Controle sus resultados
Lo que se puede medir se puede mejorar. Y mejor aún, mantener mediciones constantes ayudará a te das cuenta con el tiempo si necesita aplicar acciones extraordinarias, o si su Plan A no está funcionando tan bien como pensaba y ha llegado el momento de pasar al Plan B (o incluso al Plan C).
Lo ideal es definir dos o tres indicadores clave para cada bloque siguiente: finanzas, ventas y operaciones, mano de obra, cadena de valor.
Existen indicadores recomendados, sin embargo, te invitamos a seleccionar aquellos que sean más relevantes para tu modelo de negocio; de esta manera podrás tener una visión clara y rápida de lo que está sucediendo en tiempo real en tu operación. Una buena manera de asegurarse de que no se está abrumando con los indicadores es que su informe debe caber en una sola página.
Una vez que hayas establecido qué indicadores medirás y con qué frecuencia lo harás, establece el parámetro que te ayudará a entender "qué tan bien lo estás haciendo". Para aquellos indicadores en los que no lo estés haciendo tan bien, será necesario definir acciones concretas para corregir la situación; recuerda definir qué se hará para corregirlo, cómo se hará, que será responsable, cuando y si se necesitan recursos adicionales.
Recuerde aplicar estas medidas con regularidad para ajustar mejor la respuesta de su organización al cambio.
Fuente: Empresario