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La heutagogía exige transformar el papel del formador: así se hace

La heutagogía, marcada por una estrategia pedagógica centrada en el alumno, se centra en el aprendizaje permanente con el objetivo de adaptar a los alumnos a las exigencias de la nueva era del trabajo.

Por Sunil Dahiya

Pasar de una experiencia centrada en el educador a otra centrada en el alumno es la esencia del viaje de la Heutagogía, en el que el aprendizaje de materias y el desarrollo de competencias se caracterizan por un alto grado de autonomía y autodeterminación que cuestionan ideas, conceptos y suposiciones.

La heutagogía, por tanto, es un proceso de autodescubrimiento y autoaprendizaje independiente de la enseñanza formal. Marcada por una estrategia de instrucción centrada en el alumno, la heutagogía se centra en el aprendizaje a lo largo de toda la vida con el objetivo de sintonizar a los alumnos con las demandas de la nueva era del lugar de trabajo.

Formación en Heutagogía

Mientras que la pedagogía es el aprendizaje dirigido por el profesor y la andragogía es el aprendizaje autodirigido, la heutagogía adopta un nuevo enfoque. En la pedagogía estándar, los profesores deciden qué aprenderán los alumnos y cómo lo harán. Los alumnos dependen de su profesor y aprenden los temas en el orden en que se les presentan. En la Andragogía, el profesor es un mentor o guía y anima a los alumnos a encontrar sus propias soluciones a las tareas encomendadas.

Sin embargo, el enfoque heutagógico permite a los alumnos descubrir sus propios problemas y preguntas para los que buscan una respuesta. En lugar de cumplir las tareas que les asignan los profesores, los alumnos buscan áreas de incertidumbre y complejidad en las materias que estudian. Los profesores ayudan proporcionando el contexto a los alumnos para que puedan crear oportunidades de explorar los temas de forma exhaustiva.

Papel del formador

En el mundo actual, en el que la información está disponible con un clic, el formador ya no es el único poseedor de conocimientos especializados. Su papel ha cambiado y evoluciona rápidamente día a día. Como la Heutagogía es un aprendizaje "autodeterminado" en el que los alumnos determinan sus propios objetivos, vías de aprendizaje y requisitos, el alumno, por tanto, está en el centro del proceso de aprendizaje.

De ahí que el profesor pueda ser un gran facilitador o un facilitador, o un compañero que haga que el alumno disfrute del proceso de aprendizaje flexible.

Un facilitador Facilitador:

El profesor seguirá desempeñando un papel importante como guía del alumno y seguirá siendo el primer punto de contacto del alumno para recibir orientación. El alumno seguirá acudiendo al profesor en busca de consejos y sugerencias. El profesor posibilitará la apertura mental del alumno ayudándole a elegir las mejores opciones de conocimiento disponibles.

Los profesores deben tener la mentalidad de hacer que los alumnos exploren y aprendan de la mejor manera posible y guiarlos para que lleguen a las conclusiones correctas. Se trata de pasar de "tenemos que aprender esto hoy y abrir los libros de texto" a "esto es lo que todos tenemos que aprender hoy y estas son varias formas de aprenderlo". A algunos estudiantes les puede gustar ver un vídeo; a otros les basta con escuchar audio, otros quieren visitar un área de aplicación y hacer preguntas, y otros leer mucho material en la web, etc. Todas son formas de asegurarse de que se aprende bien el concepto orientado a la aplicación.

El papel de la tecnología para los profesores

El conocimiento de las herramientas tecnológicas se convertirá en parte integrante de cualquier formador para tener éxito en el proceso heutagógico. Aunque ya se ha hecho mucho para que los profesores conozcan la tecnología, ahora es necesario integrar y actualizar su formación a intervalos regulares.

Con la flexibilidad en el aprendizaje como sello distintivo, el modelo de heutagogía debe prever tiempo de aprendizaje no programado para permitir a los alumnos explorar y comprender lo que ocurre a su alrededor y debatir. Esto es esencial para mantenerlos al corriente de las últimas actualizaciones.

Los sistemas de evaluación tienen que cambiar radicalmente para incluir, por un lado, las diversas formas de aprender elegidas por los estudiantes y, por otro, las innumerables maneras de ser evaluado. El alumno puede definir las mejores formas de aprender y de ser evaluado.

Cada estudiante tiene intereses y motivaciones diferentes para seguir un curso concreto. Por lo tanto, no hay que centrarse en objetivos de aprendizaje específicos. En su lugar, el planteamiento debe ser que cada estudiante pueda decidir los temas de estudio, discusión y debate.

El objetivo deseado de este ecosistema centrado en el alumno es mejorar la capacidad de cada estudiante mediante la identificación de cuestiones básicas que son de interés y relevancia únicos para su curva de aprendizaje. Esto puede canalizarse y orquestarse hacia un crecimiento cognitivo significativo y un cambio de comportamiento. En otras palabras, cada alumno establece sus propios objetivos de aprendizaje específicos del contenido. Esta es la pieza central de un diseño heutagógico.

Fuente: India Today

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