La cualificación se ha convertido últimamente en un tema candente en todo el mundo. Y dado el dividendo demográfico de la India, adquiere una importancia especial. Con 54% de nuestra población por debajo de los 25 años, disponemos de una enorme mano de obra.
Desgraciadamente, muchos de ellos no pueden encontrar empleo porque sus cualificaciones no se ajustan a las nuevas necesidades de la industria.
La educación tradicional no les ha preparado para el mundo del mañana. Las cifras asociadas a este problema son desalentadoras: en 2020, casi 60% de los más de 1.300 millones de habitantes de la India estarán en edad de trabajar, entre 15 y 59 años. De ellos, apenas entre 2% y 3% tendrán cualificaciones utilizables. Sólo faltan cinco años para que esto ocurra.
Hay dos maneras de ver esto: como una oleada masiva de desempleo que dejará a India a la deriva o como un recurso sin precedentes para la creación de riqueza que superará a gran parte del mundo, si se le dota de las capacidades adecuadas.
India está respondiendo al desafío. El país ha reconocido que la cualificación es una necesidad urgente. Además, ha empezado a poner en marcha las infraestructuras, procesos, normas y sistemas necesarios para levantar grandes fábricas de cualificación donde los jóvenes puedan formarse en una serie de oficios y profesiones que les ayuden a contribuir al PIB.
En la actualidad, el Gobierno está impulsando la respuesta poniendo en marcha políticas y sistemas de apoyo para convertir la cualificación en una industria de base que impulse otras como la automoción y sus componentes, la construcción, el textil, la salud y el bienestar, las piedras preciosas y la joyería, la logística, la seguridad, las telecomunicaciones y el textil (véase el gráfico).

En total, el Pradhan Mantri Kaushal Vikas Yojana (PMKVY), aprobado por el Consejo de Ministros en marzo de 2015, ha identificado 24 sectores emergentes que requieren atención inmediata. La coordinación de este plan corre a cargo del recién creado Ministerio de Desarrollo de Capacidades y Emprendimiento (MSDE).
El PMKVY aspira a formar a 24 lakh de personas, de las cuales 10 lakh recibirán un certificado de reconocimiento del aprendizaje previo.
Ya existen mecanismos institucionales que incluyen la Corporación Nacional de Desarrollo de Competencias (NSDC), los Consejos Sectoriales de Competencias (SSC), agencias privadas de evaluación y socios de formación para cada industria identificada. El PMKVY está impulsado por la demanda, es decir, aborda de cerca el déficit de cualificaciones. Cuenta con un presupuesto de 1.500 millones de rupias (para formar a 24 lakh de jóvenes).
El PMKVY tiene una intención encomiable. Además de su objetivo de crear jóvenes empleables, su estrategia está en consonancia con otros programas nacionales como Swachh Bharat, Make-in-India, Digital India y National Solar Mission.
Además de las cualificaciones necesarias para industrias reconocidas como la banca, el turismo, la construcción, el sector inmobiliario, el textil, etc., el esfuerzo global para cualificar a la India también tiene en cuenta la necesidad de desarrollar cualificaciones en oficios y ocupaciones como la carpintería, la albañilería, la enfermería, etc., ya que hay una gran escasez de estas cualificaciones.
También hay un impulso nacional a la promoción de los artesanos. La Dirección General de Formación, en asociación con la CII, organiza un concurso anual para artesanos como electricistas, instaladores, electrónicos industriales, fresadores, matriceros, torneros, soldadores, cortadores y sastres.
En otras palabras, el planteamiento es equilibrado y responde a las necesidades generales de la industria y la sociedad. Para acelerar este proceso, el Gobierno ha creado el Plan Nacional de Certificación de Cualificaciones y Recompensa Monetaria. La idea que subyace a este plan es garantizar que se certifique a quienes posean cualificaciones utilizables. Ofrece un incentivo de aproximadamente 10.000 rupias a cada candidato de los sectores manufacturero, de servicios y otros que reciba formación y certificación en un Centro autorizado (el valor del incentivo varía en función de los niveles). De hecho, el Gobierno ha reservado 1.000 millones de rupias para garantizar que 10.000.000 de personas se sometan a un proceso de certificación con la normalización como objetivo.
Lo que queda por ver es si los conocimientos que se imparten son de un nivel que pueda satisfacer también las exigencias mundiales de países desarrollados como Alemania, Japón y Estados Unidos.
Aunque se está avanzando enormemente en la mejora de las cualificaciones en todos los ámbitos, las cifras que se manejan son de unos pocos cientos de miles. Las cifras reales a las que hay que atender se cuentan por millones. En concreto, la visión de la Iniciativa Nacional de Desarrollo de Competencias es capacitar a 500 millones de personas para 2022. Para alcanzar esas cifras, es urgente ampliar las infraestructuras y el apoyo. El sector privado ha mostrado una iniciativa considerable para dar un impulso a la iniciativa de cualificación de la India. Organizaciones filantrópicas y sin ánimo de lucro también se han unido al gobierno para dar a la cualificación el impulso necesario.
Queda mucho trabajo por hacer. Pero, lo que es más importante, se ha empezado con fuerza y determinación.
