En toda la India, muchas instituciones intentan dotar a los jóvenes de las habilidades y competencias necesarias para asegurarse una carrera profesional de éxito. Por desgracia, la rápida evolución del mercado laboral plantea un enorme desafío: Tendencias importantes como la inteligencia artificial (IA), las energías renovables y el auge de la economía gig están perturbando los empleos tradicionales, y los expertos prevén que el ritmo de ese cambio probablemente se acelere en las próximas décadas.
En este contexto, preparar a los jóvenes para el futuro exige un nuevo enfoque de la formación. Ya no basta con formar a un solicitante de empleo para una función laboral estrictamente definida. En su lugar, los alumnos deben contar con un sólido conjunto de competencias transversales preparadas para el futuro y una orientación hacia el aprendizaje permanente, de modo que puedan adaptarse a un panorama laboral en rápida evolución.
El reto de la empleabilidad
Muchos jóvenes que solicitan empleo carecen de las competencias necesarias para tener éxito en el trabajo. Los empleadores indios se lamentan constantemente de que sus recién llegados carezcan de competencias clave para el empleo, como la comunicación, la colaboración, la orientación al cliente, el pensamiento crítico y la alfabetización digital. De hecho, los empresarios exigen cada vez más conocimientos digitales, ya que también necesitan que los trabajadores se sientan cómodos utilizando la IA para realizar tareas en el lugar de trabajo. El ritmo sin precedentes de la revolución tecnológica en curso complica aún más las cosas, ya que aumenta la brecha entre lo que los estudiantes aprenden en la escuela y la universidad y lo que los empleadores realmente necesitan.
Sin embargo, la adquisición de aptitudes para el empleo puede plantear grandes retos a los solicitantes de empleo en términos de recursos, costes y limitaciones de tiempo. El acceso a programas de formación de calidad no es uniforme, lo que deja a muchos sin los medios necesarios para mejorar sus competencias. El coste de los cursos especializados y las certificaciones puede resultar prohibitivo para un amplio sector de la población. Además, las restricciones de tiempo plantean otro reto, ya que dificultan la asignación de un número adecuado de horas para la formación continua y el desarrollo de competencias.
Aprovechar la IA para colmar lagunas
Al mismo tiempo que la IA ha trastornado el mercado laboral, su despliegue inteligente promete revolucionar enormemente la formación. Las plataformas bien diseñadas pueden utilizar la IA para ofrecer un aprendizaje altamente personalizado que responda directamente a los objetivos e intereses personales de los alumnos. Un joven interesado en la atención sanitaria, por ejemplo, puede adquirir habilidades críticas de comunicación y colaboración en el contexto de la atención al paciente, en lugar de aprender esas habilidades en abstracto. Este tipo de personalización es mucho más atractiva y motivadora, lo que a su vez acelera la adquisición de habilidades.
Además, las mejores plataformas basadas en IA pueden adaptar los materiales de aprendizaje al ritmo y la complejidad que mejor se adapten a la progresión de cada alumno. Este enfoque se aleja del modelo de "talla única", permitiendo una experiencia de aprendizaje más personalizada. Con la ayuda de un tutor de IA personalizado 24×7, los alumnos pueden comprender los conceptos a su propio ritmo, lo que garantiza una comprensión más profunda y una base sólida para el aprendizaje futuro. De hecho, los mejores tutores de IA plantean preguntas interesantes al alumno y utilizan la "guía socrática" para animarle y apoyarle cuando tiene dificultades.
La IA también tiene un enorme potencial para exponer a los estudiantes a situaciones de la vida real que les obliguen a desarrollar y demostrar sus capacidades. Una encuesta realizada por la Universidad de Bournemouth revela que 65% de los académicos creen que los estudiantes carecen de oportunidades para aplicar sus conocimientos de posgrado y exponerse a la industria. Esta percepción es corroborada tanto por estudiantes como por empresarios: sólo 37% de los estudiantes confían en la relevancia de su formación. Al imitar los retos y escenarios de la vida real, la IA puede permitir a los alumnos poner en práctica la teoría, consolidando así su aprendizaje y mejorando al mismo tiempo sus capacidades críticas de resolución de problemas, esenciales para desenvolverse en el cambiante panorama laboral actual.
Más allá de la educación, la IA puede mejorar la búsqueda de empleo relacionando las aptitudes con las trayectorias profesionales adecuadas, pronosticando las tendencias laborales y sugiriendo oportunidades para establecer contactos. Además, las herramientas basadas en IA, como los creadores de currículos y los simuladores de entrevistas, pueden mejorar los resultados de las solicitudes de empleo, haciendo que los candidatos sean más atractivos para los empleadores. De hecho, este tipo de herramientas pueden ser excepcionalmente beneficiosas para los jóvenes que, de otro modo, no tendrían acceso a servicios de asesoramiento laboral personalizado de alta calidad.
Pero, ¿será realmente beneficiosa la IA?
A pesar de todos estos beneficios potenciales de la IA, queda pendiente una cuestión importante: ¿Las mejores herramientas de aprendizaje de la IA estarán disponibles para todos los alumnos y, por tanto, democratizarán la capacitación, o estas herramientas solo estarán disponibles para un subconjunto de alumnos y, por tanto, exacerbarán las desigualdades?
Aún no conocemos la respuesta a esta pregunta, pero confiamos en que los desarrolladores de herramientas de aprendizaje de IA con más visión de futuro reconozcan la importancia de permitir un acceso generalizado a todos los alumnos, sin que se vean limitados por las circunstancias económicas. De hecho, este enfoque inclusivo de la capacitación con ayuda de la IA es crucial para crear una mano de obra diversa y preparada para afrontar los retos del futuro.
Cultivar una cultura de aprendizaje continuo
La visión tradicional de que la educación es puramente académica y termina con la graduación está anticuada. En un mercado laboral en constante evolución, el aprendizaje continuo es crucial. Consciente de ello, la Nueva Política Educativa (NEP) 2020 establece un marco educativo en el que la formación profesional no se deja de lado, sino que se integra perfectamente en la educación general. Este enfoque anima a los estudiantes a participar en cursos de formación profesional junto con los itinerarios académicos tradicionales, garantizando que adquieren una mezcla de conocimientos teóricos y habilidades prácticas. En este contexto, la IA se perfila como una herramienta fundamental para facilitar el desarrollo de competencias desde una fase temprana, transformando eficazmente el panorama educativo para satisfacer las futuras necesidades de empleabilidad. Más adelante en el proceso de empleo, las plataformas de aprendizaje impulsadas por la IA también pueden mejorar las competencias avanzadas de los empleados, como el liderazgo, y ayudar a los trabajadores desplazados por trastornos económicos a adquirir las competencias que necesitan para los nuevos empleos.
En conclusión, el viaje de la educación al empleo ya no es un simple trayecto de A a B, sino una expedición dinámica y complicada que exige agilidad y aprendizaje continuo, todo lo cual puede potenciarse eficazmente con herramientas impulsadas por la IA. Al transformar los retos en peldaños para la innovación y el éxito, la IA no sólo nos prepara para el futuro, sino que nos integra en su propio tejido, garantizando que a medida que el mundo evoluciona, nosotros también lo hacemos, equipados, capacitados y siempre listos. Este no es el final del viaje, sino un nuevo comienzo, una llamada a la acción para una mano de obra resistente, versátil y preparada para el futuro.
Fuente: Mundoeducación