Por Ratna Mehta
Veinte veinte, un año que pasará a la historia. Y siempre que la historia se crea, nos colma de inmensas enseñanzas. Nos ha enseñado a ser pacientes a una generación acostumbrada a la gratificación instantánea. Nos ha inculcado gratitud por lo que tenemos y resistencia para luchar contra lo que se nos ponga por delante.
Los 20 años han dejado muchas cicatrices y heridas que tardarán en curarse, pero cuando la noche es más oscura, estamos más cerca del amanecer. Y este amanecer ha venido acompañado de un resquicio de esperanza: una humanidad con mayor conciencia social, un floreciente espíritu empresarial social y un ecosistema que lo apoya y nutre. En la hora más oscura, fue alentador ver a varios empresarios dando un paso al frente para aprovechar sus negocios actuales o crear nuevas plataformas para apoyar causas sociales y multiplicar fuerzas para luchar contra las adversidades.
La emergencia del espíritu empresarial social
Hoy, iniciativa empresarial social está floreciendo rápidamente y atrayendo la atención de muchos. Ha encontrado su lugar en los medios de comunicación, ha visto crecer como setas a emprendedores con vocación social y ha recibido el apoyo de inversores, y se ha convertido en la corriente dominante en los campus universitarios.
Es más relevante en esta coyuntura, en la que India se encuentra en la encrucijada de la curva J de crecimiento para alcanzar la economía US$ 5 BN en los próximos años. Todo esto no es posible a menos que tengamos un crecimiento inclusivo. Por lo tanto, la iniciativa empresarial social ya no es una buena idea, sino la necesidad del momento.
Diferentes pasos, un objetivo
La inclusión financiera es, sin duda, el mayor éxito de la inversión social en India. Según un estudio del Indian Impact Council, desde 2010 se han invertido en este sector 1.400-5.500 millones de euros acumulados. El sector ha beneficiado a unos 100 millones de ciudadanos de rentas bajas, a través de las empresas de microfinanciación que proporcionan acceso de última milla a préstamos de pequeño importe y de las NBFC que ofrecen financiación a las PYME. La tecnología financiera ha sido testigo de la mayor innovación en los últimos años, ampliando así la inclusión financiera al ahorro, los seguros y los pagos a través de modelos de crédito alternativos facilitados por la tecnología. Los préstamos sin garantía a pequeñas empresas han fomentado la revolución de las PYME en el país, mientras que los bancos y las NBFC centrados en la vivienda asequible están contribuyendo al sueño de "vivienda para todos".
En el ámbito de la sanidad, varias innovaciones pioneras han contribuido a mejorar el acceso a una asistencia sanitaria asequible para el sector de la población más desfavorecido. Muchos inversores de impacto están invirtiendo ahora en sanidad en la India, centrándose en las ciudades de nivel 2/3, proporcionando centros de atención secundaria o especializada de forma organizada (por ejemplo, servicios especializados como maternidad, atención cardiaca o atención oftalmológica) o invirtiendo en tecnologías disruptivas en el mercado del diagnóstico (como la detección del cáncer). Esta pandemia también ha sembrado la revolución de la telemedicina, que es una plataforma extraordinaria para llegar a pacientes que de otro modo no tendrían acceso a médicos cualificados.
La agricultura y la educación son otros sectores en los que hemos visto el impacto de las primeras empresas. En la agricultura, la tecnología se está aprovechando para mejorar los rendimientos, mediante la mejora de los insumos y el aumento de la capacidad para predecir las condiciones meteorológicas. En educación, los esfuerzos se han dirigido a mejorar la infraestructura educativa. Sin embargo, el uso de plataformas en línea ha aumentado la capacidad de llegar a los estudiantes y capacitarlos con los contenidos y la formación necesarios para marcar la diferencia.
Ecosistema sostenible para la iniciativa empresarial social
El emprendimiento social es una revolución revolucionaria para la India y tanto el Gobierno como las empresas se han dado cuenta de la necesidad de construir un ecosistema que lo impulse de forma sostenible. En este ecosistema hay varias partes interesadas que desempeñan un papel fundamental:
- Los intermediarios y las redes (consultores, banqueros) prestan apoyo a los empresarios sociales sensibilizándolos sobre sus prioridades y su trabajo de base, y ayudándoles a satisfacer sus necesidades operativas y de financiación.
- Las ONG, los inversores de impacto, las filantropías, las Instituciones Financieras de Desarrollo y otros financiadores adaptan sus prioridades y procesos de inversión para ofrecer capital flexible y apoyo operativo.
- Las grandes empresas respaldan a los emprendedores sociales dentro de sus cadenas de suministro, cumplen sus acuerdos y prestan su apoyo para crear una economía inclusiva y resistente.
- Las instituciones gubernamentales reconocen que los emprendedores sociales son una fuerza motriz del crecimiento integrador, salvaguardan el empleo y son pioneros de una sociedad más ecológica y justificable. Niti Aayog e Invest India son algunas plataformas de apoyo, mientras que los cambios políticos y los planes gubernamentales son otras áreas de apoyo.
La iniciativa empresarial social ha estado en ebullición en los últimos años, y se reconocen sus beneficios. Sin embargo, la pandemia lo ha puesto en primer plano. El camino que queda por recorrer determinará la fe de nuestro país en la creación de una economía integradora y de alto crecimiento.
Fuente: TuHistoria